Según un informe de la firma de CiberSeguridad Idefense, el cual fue compartido con The Wall Street Journal, hackers chinos estarían atacando a más de dos docenas de universidades estadounidenses y a otras del mundo, para obtener secretos militares.
Los piratas informáticos enviaron a las universidades mensajes de correo electrónico de phishing para que aparecieran como si vinieran de universidades asociadas, pero desataban una carga maliciosa cuando los abrían.
Se encontró que veintisiete universidades fueron el objetivo del grupo, incluido el Instituto de Tecnología de Massachusetts, la Universidad de Washington y otras universidades en Canadá y el sudeste asiático. iDefense no nombró a todas las escuelas en el informe debido a las investigaciones en curso, pero fuentes anónimas dijeron al WSJ que Penn State y Duke University eran dos de los otros objetivos.
Los ataques cibernéticos se enfocaron en universidades que estudiaron tecnología submarina o tenían profesores con antecedentes relevantes. Muchos tenían vínculos con el instituto de investigación oceanográfica más grande de los Estados Unidos, que a su vez tiene vínculos con el centro de guerra de la Marina de los Estados Unidos. iDefense dijo que confiaba en que el instituto hubiera sido violado.
El grupo ha recibido varios apodos por parte de investigadores de seguridad, como Temp.Pisciscop, Mudcarp o Leviathan. Su conexión con el gobierno chino no está clara, pero debido a que el grupo parece estar apuntando a datos militares de EE. UU., los analistas creen que el gobierno chino es un posible patrocinador. Según informes, lo mismo ocurrió tras el pirateo de un contratista de la Marina de los Estados Unidos en junio pasado.
El informe de más ataques cibernéticos chinos se produce en un momento diplomáticamente delicado cuando EE. UU. Está sopesando grandes preocupaciones de seguridad contra empresas de tecnología como Huawei y ZTE. Huawei y ZTE ambos niegan las acusaciones. Al mismo tiempo, todavía hay aranceles en curso que están afectando las relaciones entre Estados Unidos y China. La ocurrencia de más ataques cibernéticos chinos durante este período de tiempo simplemente complica la narrativa y podría reforzar los temores de seguridad expresados por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos.